Luz. Sombras. Mujer perfecta. Retrato n.º 10.

George Mayer revela el proyecto "Luz. Sombras. Mujer Perfecta" a través de una cámara especial, la cámara del perfeccionismo. A través de esta cámara, el artista percibe los personajes de sus fotografías: la luz, las sombras y la naturaleza de la feminidad. Se considera temporal. Por lo tanto, se vuelve completamente condicional, casi abstracto. El concepto de "mujer perfecta" se refiere a la trama de la película "El humano perfecto" (1967) del director danés Jorgen Leth. Este cortometraje representa simbólicamente la sensación de ansiedad y vacío que atormenta a quienes poseen una "perfección" condicional.

Al establecer el delicado equilibrio entre la oscuridad y la luz, la artista descubre la aparente monumentalidad y dualidad de las imágenes de una mujer perfecta. La luz se vuelve plana dentro del espacio de la imagen, y la oscuridad se profundiza, subyugando todos los convencionalismos y detalles. De esta manera, la geometría de la luz se convierte en lenguaje escultórico y se correlaciona con los significados. «Lo Perfecto» en las fotografías de la autora es contradictorio: por un lado, es monumental y completo, y por otro, es desnudo y vulnerable. Estas controvertidas corrientes constituyen el contenido esencial de las obras de la fotógrafa.

Todos los efectos de iluminación se lograron en el estudio fotográfico utilizando únicamente equipos de iluminación. No se utilizó procesamiento digital de imágenes.